Claudio y Karla, papás de Eluney

El 13 de noviembre de 2021, con Claudio mi compañero nos enteramos de que estábamos embarazados por tercera vez. Lo habíamos conversado tantas veces, soñamos tantas veces, sin pensar en lo que se vendría. Todo iba relativamente bien hasta que en enero tuve un desprendimiento de placenta, sentí que nuestro sueño se evaporaba, con dolor, con llanto le pedimos a Dios que nuestro bebé se afirmara. Así transcurrió el tiempo, todo era delicado, nada era seguro, solo había que esperar, en algún momento escuché «su embarazo puede que no sea viable», llore, lloramos, pero seguimos confiando en Dios. Es así como el 07 de mayo me levanté con una ruptura prematura de membranas, nos fuimos al hospital Barros Luco, ahí nos dijeron que tenía que hospitalizarme hasta que naciera, eso significaba semanas de internación, recién tenía 29 SDG. Ese día inicié mi día con vías en los brazos, suero, antibióticos, betas, sulfato, perdí la cuenta de cuántos medicamentos consumí al día, todo se hizo para proteger a mi bebé de cualquier infección. El 9/05 comencé con contracciones, jamás pensé que todo sería tan rápido, en la sala de preparto nuevamente tuve un nuevo cóctel de medicamentos y escuchaba correr a todos por un cupo para Neo, mi guagua iba a nacer, pero no había cupo, estaba aterrorizada, mientras escuchaba los latidos de su corazón lloraba y me cuestionaba a mí misma. Horas más tarde me trasladaron a pabellón para una cesárea de urgencia, mi bebé venía en posición podálica. La madrugada del 10 de mayo del 2022, a las 04:03, nació. Me perdí ese momento tan bello y único como ver nacer a un hijo, no supe su talla, su peso, solo recuerdo a una niña que amablemente tocó mi cara para decirme que mi bebé había nacido y había sido trasladada de urgencia a Neonatología, su estado era ESTABLE, se encontraba internada en la UCI. Necesito apoyo con oxígeno, más no intubación. 

Su nuevo hogar ya no no era mi vientre, sino más bien, una caja transparente conectada a miles de cables y monitores que sonaban cada vez que iba a verla. 

Alcanzo a estar 1 mes y 10 días en la UCIN del Hospital Barros Luco. Hoy con Claudio somos papás de una niña prematura llamada Eluney (regalo del cielo), ella tiene 4 meses de edad cronológica y un mes y medio en edad corregida, a pesar de haber tenido un HPV BILATERAL y otros diagnósticos ella se encuentra con vida y sin secuelas del HPV que con el tiempo mejoró. 

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